Si le tenés miedo al diván... Cuando el análisis llega a la web
Desde hace un tiempo, las consultas psicológicas por Internet comenzaron a cobrar una mayor relevancia en el mundo de la medicina. Sin embargo, no muchos especialistas se entusiasman con la idea y la llevan a cabo.
Este es el caso del “tratamiento de la depresión vía web” donde el contacto físico con la persona es totalmente innecesario, por lo que viene a reemplazar a los visitas médicas a domicilio.
Según quienes lo practicaron, el tratamiento es tan eficaz como la terapia presencial, incluso hay menos abandono. La duración también es la misma -alrededor de un año en promedio- y los síntomas comienzan a desaparecer a los cuatro o cinco meses.
“Es como si el paciente viniera a mi consultorio, no hay diferencia. Pero la ventaja principal es que a través de la cámara web yo puedo ver su entorno. Conocer a su parejas, sus hijos, ver su jardín por ejemplo, es como entrar a su casa ”, explica la licenciada Celia Antonini, quien lleva 23 años trabajando en casos de depresión y desde el 2003 con este sistema vía web.
¿Qué se necesita para poder tratarse? Una computadora que tenga un micrófono, una cámara web e Internet. Mediante programas como el Messenger y el Skype, se pauta un día y una hora fijos, y la doctora trata al paciente mediante una charla.
Los principales síntomas de la depresión es el decaimiento, el desgano y la falta de energía por lo que, usualmente, el paciente no quiere salir de su casa. “Tuve un caso de una mujer joven que estaba todo el día en la cama. Su marido era quien le acercaba la notebook y así teníamos las sesiones ", cuenta.
"Al mes y medio, ya se levantaba y caminaba por toda la casa. De hecho, se sentaba en su escritorio para hablar conmigo. Hace 2 años que tiene el alta médica”, ejemplifica la psicóloga quien ya lleva cerca de las 70 personas atendidas de forma on line y varias gracias a su sitio personal http://www.respuestasaladepresion.com/.
Luego de tratar a un paciente via web, ¿Pudiste conocerlo personalmente?
“Si, con una paciente que actualmente vive en Noruega. Ella es de un pueblito cerca de Bariloche. Luego de los ocho meses de tratamiento, vino al país de vacaciones y la fui a buscar al aeroparque. Almorzamos juntas y realmente fue una gran experiencia. Nosotras ya nos conocíamos pero nos faltaba darnos un abrazo”.
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